sábado, agosto 23, 2008

Sigo

Han terminado los días de lluvia y hace un sol picajoso, arisco, frío por las mañanas, que provoca toses maléficas. Mi bisabuela solía exclamar, "¡aprieta, costipao!", y en el pueblo de uno de mis tíos le llaman andancio al mal de tripas... Así estoy yo, prisionera entre ambos males, con algo que me sube del estómago a la garganta y no me deja respirar. Aprieta, costipao, que viene el Andancio.
Y, entre medias, la sequía. Pero eso no es novedad: me ocurre en todos los veranos.
Sigo.

8 comentarios:

Ara dijo...

Nena, cuidate el andancio y no te quedes "alutiá" (eso lo usa mucho mi suegra cuando nos ve según ella con el día tristón).

mifuriaparanoica dijo...

Haber llegado a tu blog es la consecuencia de tres palabras tecleadas en el espacio en blanco de google :"poemas rocío arana"

¡Qué felicidad encontrar tu blog!porque aunque tu no sepas de mi existencia,tuviste un papel decisivo hace tres años cuando decidí matricularme en filología hispánica,bueno tú y mi profesor de lengua y literatura de 2º de bachiller ,que me prestó un libro donde encontré tus palabras.

Te he visto varias veces por "la Dante" y siempre quise pararte y decírtelo,pero bueno ahora aprovecho por aquí ,aunque te suene raro toda esta parrafada entusiasta de boca de una tal"mifuriaparanoica".



Inma.

Dulcinea dijo...

Cuídate mucho. Que la sabiduría de los pueblos en temas médicos lo supera todo. Recuerdo el remedio que mi bisabuelo me recomendaba para todos los males.

Adaldrida dijo...

Inma, ¡muchas gracias! Cuánto me ha emocionado, aunque no quiero ser la causa de ningún desastre... tómate la carrera con calma, lee mucho por tu cuenta y no te dejes decepcionar por los profesores: que no te guste uno no quiere decir que no te pueda gustar la asignatura, es nuestra ventaja. Y, si puedes, apúntate a las que impartan los profesores Juan Montero y Marta Palenque: de verdad que valen la pena.
Dulci, guapa., danos la receta...

Néstor dijo...

Jo, pues cuídate, que no hay nada peor que costiparse en verano.

Nodisparenalpianista dijo...

Oye, Ro, eso tiene una pinta de resacón de "agua de fuego" que no te menees...

Dulcinea dijo...

Rocío, el secreto de mi bisabuelo para cuando no se tiene temple (en Navarra se llama así al malestar) era un chupito de pacharán.

Una, que no bebe, se resistía, pero he de reconocer que tenía razón, como en casi todas las cosas que me decía.

Anónimo dijo...

¡Recupérate pronto!