miércoles, octubre 31, 2012

Luz de Luz

He escrito un poema.

Había decidido no publicar poemas en el blog mientras no terminara mi cuarto poemario, "La llave dorada"... pero como ya lo he acabado y Don Enrique Monasterio me pedía un poema, que ha publicado en su blog, lo subo yo también.
Normalmente, cuando un libro se termina de escribir, el autor "se queda seco", y tarda en coger de nuevo la pluma un cierto tiempo prudencial, al menos a mí solía ocurrirme eso. Pero este poema me ha salido del tirón, por lo que mi primer arrebato ha sido desconfiar, pensar que no es bueno.

De cualquier modo, como Don Henry lo ha publicado, ya no tiene remedio: aquí os lo dejo. Intenta "circular" en torno a ese precioso versículo del Credo: Dios de Dios, Luz de Luz.



Luz de Luz

Debajo del paraguas y a través

de la lluvia que lanzas con mesura

solo veo tu Luz: la más barroca

y la más despeinada, la sublime

y diminuta luz brillando sola

en una catedral, y en el supermercado

esa luz que me trae el pan contigo."

miércoles, octubre 24, 2012

Loca por Dani Martín



Lo reconozco: estoy atrapada.
Cada noche enciendo la radio aguardando a que cadena Cien sepa recompensar mi amor callado y rendido con alguna de sus canciones. A las ocho de la mañana, dando tumbos por el pasillo, suena en la cocina "Peter Pan" y mi día se enciende. Cuando deambulo en circuito cerrado es muy probable que esté paladeando "Son sueños", una y otra vez.
ya lo dijo Amalia Bautista en ese programa de Radio Clásica, los poetas tenemos un punto obsesivo. Amores o sanas obsesiones, ¿qué más da? Desde los primeros acordes me electriza y me calma al mismo tiempo, me hace soñar, me lleva de la mano a mi niñez o a ese momento en el que me sentí deslumbrada...

Me sirve hasta para rezar. Voy por la calle a primera hora rumbo a la iglesia más cercana y canto en voz baja o media, según tenga el día, "La suerte de mi vida".  Es una de esas canciones que se pueden volver fácilmente a lo divino, como los antiguos poemas pastoriles: "¿qué has visto en mí, que me regalas tu Verdad y tu Cielo, que en esta vida ya no quiero otros besos, y cada día Tú me das tu total?"

Pero pero pero... me pregunta Teresa, ¿cómo te puede gustar tanto? ¡A mí me parece un macarra!
Y yo respondo: Quítale los tatuajes y te quedas con sus canciones, son pura lírica.
Y ella me mira con esos ojos que dicen: como si fuera tan fácil quitarle los tatuajes a un hombre...

sábado, octubre 20, 2012

Poesía y maquillaje: mi vida cotidiana

Una oficina posee praderas, un páramo de mesas blancas y radiantes repletas de ordenadores, teléfonos, papelotes... y cajones.




Hace unos días entreabrí el primer cajón de mi mesa de trabajo y mi compañero, Álvaro, se quedó estupefacto:

-¡Hala, si tienes allí todo un Sephora!

Unos grandes almacenes encerrados en un cajón. La mente femenina se dispersa en una cantidad fatídica de acasos calderonianos: Y si como fuera, necesito un cepillo y pasta de dientes, y si no suena el despertador y tengo que correr hacia el idílico oasis, ¡sin pintar! Horreur y paveur, necesito una polvera y colorete cuanto menos. ¿Y si me despeino? Necesito un peine... y colonia porque ocho horas son ocho horas metafísicas pero muy concretas al mismo tiempo... Y así, sutil y sinuosamente (o sea, de un modo femenino), el tímido depillo de dientes de transforma en una sucursal de la perfumería del Corte Inglés.

Y al abrir el cajón segundo...



Se desbordaban los poemarios y antologías que utilicé hace un par de semanas para rematar un artículo sobre poesía publicada en Sevilla en los últimos años y así anecarme algún día...
Álvaro contempla atónito la visión y exclama:

-¡Y en el segundo cajón, guardas toda una libería!

Sephora y Castroviejo en mi mesa de trabajo... ¿será un símbolo?

domingo, octubre 14, 2012

¿Literatura o historia?

He pasado el puente del Pilar en Haro, con mi abuela, mis tías y mi primo Rodrigo, que tiene dieciséis años y en un día no muy lejano revolucionará el mundo de la informática, porque ya en primero de bachillerato ha creado un buscador para su profe de matemáticas...




Caminando por la zona vieja de la ciudad hemos encontrado esta placita enmarcada por un arco de piedra levemente ojival. Y, volviendo ya a casa, excavada en la piedra sonriente, esta hornacina, que guardaba una virgencita a la que he bautizado como Virgen de la Literatura:






- Odio la literatura, susurraba Rodrigo pensando que no podía escucharle. Le miré y se sonrojó:
- Bueno... solo un poco: solo a los autores.
(Risas por mi parte. Más azoramiento.)
- Eeeeh a los poetas no, a los autores que vienen en mi libro. Es que son muuuchos y hay que estudiar el nombre de toooodas sus obras...
Ahora la que se pone roja soy yo, pero de ira.
- Claro... no hay derecho... ¡os explican la Literatura como si fuera Historia!
- ¡Hombre, si me comprendes!, se sorprende él.

Luego me cuenta que ahora se ha puesto de moda en su clase hablar todas las frases con el verbo al final. Yo le digo que, entonces, hablan como en la Roma clásica. Cierto es, me responde: Joven soy. Y participios, muchos participios al principio de la oración. Todo el camino de vuelta hemos ido desgranado la jerga nueva:

- Suspendido me han.
- Asombrado me has.
- Aborrecido la han.
- Suplicado le he.
- Idolotrado la han.

Al llegar a casa, le digo que estos juegos son literatura, y no la lista completa de novias que tuvo Lope de Vega. Respira aliviado.

miércoles, octubre 10, 2012

Poemails

Este es un inefable vocablo que ha inventado hoy el poeta portugués Fernando Do Vale. Hemos cruzado varios mails (o emails) hablando de poesía, intercambiando poemas, corrigiéndonos y admirándonos, como hacíamos cuando yo vivía en Sevilla... Han sido días de reconcentración poética en pocas palabras y con archivos adjuntos..., en lo que Fernando ha bautizado también como "nuestros encuentros de otoño digitales".
Nadie diga que es frío el correo electrónico, si no son frías las palabras que navegan por él. Las palabras son chimeneas, y hasta una chimenea puede plegarse como un sobre y mandarse por correo electrónico. ¿Por qué, si no, podemos llamarle al diálogo cibernético "fuego cruzado"?

jueves, octubre 04, 2012

Cosas que debes hacer en sevilla


Vas a pasar unos días en Sevilla, y me preguntas...
 
Te aconsejo que entres a los reales Alcázares, que te tomes tu tiempo para mirarlos y pasearlos y, cuando creas que ya no hay más, pidas un café en su cafetería que tiene terraza y te empapes de la visión tras los arcos de estuco.
Y que visites la Capilla de San José, en plena calle Sierpes, dejándote sorprender por la calma divina envuelta en el mejor arte barroco.
Y la placita de Santa Marta junto a la catedral, con tres naranjitos inolvidables en los que aún resuena el memorable haiku de Pablo Buentes:
 
"En Santa Marta
un triunvirato mágico:
tú, yo y el viento".

Y que por la noche vayas a tomar unas copas a la terraza del Hotel Doña María, junto a la catedral, y te llenes los ojos de la contemplación de la Giralda iluminada.
Y que comas de tapitas en la Antigua Abacería de San Lorenzo en la calle santa Rosa (En El Porvenir), que es como un colmado antiguo y tiene chacinas que son obras de arte.
Y que vayas a la librería Beta de la Calle Sierpes, que está situada en un antiguo teatro y la poesía está colocada en pleno escenario.
Y que vayas de tiendas a la calle Amor de Dios, a comprar discos de vinilo, espejos y máscaras. Y en esa calle, no dejes de ir a la tienda Isbilia, de comprarte un anillo recordándome.


(Este post está dedicado a Pilar, de Secondo me, y copiado casi literalmente de un mail que le mandé)